¿Es razonable discrepar con Dios acerca de lo que es mejor para nosotros?, seguramente diremos que no, pero en ocasiones lo hacemos, y
sirva de ejemplo el rey Ezequías como uno de tantos.

El rey Ezequías comenzó a reinar cuando tenía veinticinco años y reinó en Jerusalén veintinueve años; 2 Reyes 18:2. Durante algunos de los veintinueve años que Ezequías reinó, este hizo cosas muy importantes en beneficio de la nación, como relata la palabra de Dios en 2 Reyes 18:4-8. Se puede añadir además de lo mencionado en los versículos citados que Ezequías restauró el servicio de los sacerdotes en el templo y la celebración de la pascua a Dios según estaba escrito.
Pero no todo lo que hizo el rey Ezequías fue de provecho. Tras catorce años de reinado eficiente y de enorme bendición para la nación, el rey Ezequías enferma de muerte. Debemos notar que las sagradas escrituras dicen que enfermó de muerte, lo cual inidica que la enfermedad tenía un propósito divino que no era otro que la muerte de Ezequías. Antes de proseguir debemos saber que como en el caso de Lázaro el hermano de Marta y de María la enfermedad no siempre es para muerte; Juan 11:4. El propósito de Dios al enfermar de muerte el rey Ezequías era impedir que este empañara su trayectoria como rey, pues Dios sabía que Ezequías no le iba a corresponder bien, enalteciendo su corazón.

Sin pensar que Dios conocía su futuro Ezequías quiso que Dios cambiara de parecer; aunque Dios había expresado ya su parecer. El hecho de que Dios lo sanara no era en absoluto un cambio de parecer como podemos suponer, sino la manera de manifestar que lo mejor era morir como él había determinado, ya que tras ser sanado "Ezequías no correspondió al bien que le había sido hecho, sino que enalteció su corazón..."; 2 Crónicas 32:25. La sanidad confundió al rey Ezequías, quien pensó erróneamente que la sanidad era una respuesta no solo a su oración, sino a su trayectoria, y que por lo tanto se podía servir de dicho currículum cuando este le hiciera falta para discrepar con Dios cuando de nuevo él no estuviera de acuerdo con Dios. La sanidad por lo tanto no fue para bien, ya que ésta tan sólo sirvió para alimentar el orgullo que había en su corazón y que se manifestó tras ser sanado de su enfermedad.
Dios quiso en todo momento que Ezequías no empañara su trayectoria, y que lo mejor para él era la muerte, impidiendo así lo que posteriormente hizo, pero Ezequías discrepó con Dios acerca de lo que era mejor para él y tuvo que experimentar con dolor que estaba equivocado, empañando su trayectoria y el registro sagrado acerca de él.
A menudo, Dios como a Ezequías nos ordena cosas que no nos parecen que sean las más acertadas, pero ¿qué es mejor?.
Vargas, J.C. (2012). ¿Qué es mejor? Recuperado el 4 de octubre de 2012 desde http://www.lluviasdebendicion.org